En el sector de la restauración actual, crear un espacio que destaque entre la competencia es esencial. La comida, el servicio y el ambiente forman parte de la ecuación, pero el diseño desempeña un papel crucial a la hora de definir la identidad de un restaurante. Su espacio debe contar una historia, reflejar su marca y ofrecer una experiencia que haga que los clientes vuelvan. ¿Cómo conseguirlo?
- Empezar con una identidad de marca sólida
Una de las primeras cosas que pregunto a mis clientes al iniciar un proyecto es: "¿Qué historia quieres contar?". El diseño de un restaurante debe encarnar los valores fundamentales y la misión de la marca. Por ejemplo, para QMex Taqueria, un restaurante mexicano de Pekín, queríamos reflejar el alma vibrante y colorida de México y, al mismo tiempo, garantizar que el espacio resultara auténtico y acogedor. La marca era fuerte y coherente en todo el interior, desde las atrevidas ilustraciones hasta el mobiliario hecho a medida. Ya sea a través de la combinación de colores, los materiales o los elementos de diseño, cada elección debe reforzar el mensaje de la marca.
- Piezas personalizadas y toques únicos
Otra forma de diferenciar tu restaurante es mediante mobiliario y elementos de diseño personalizados. En un restaurante de comida rápida saludable que diseñé, creamos mesas, sillas e iluminación a medida que encajaban con la historia de la marca. Estos elementos personalizados dieron al espacio un aspecto distintivo que no puede reproducirse con productos estándar. Algunos de estos elementos pueden crearse en colaboración con otros diseñadores. En este proyecto, ese fue el caso de las lámparas.
Cuando los clientes entran en un espacio único y cuidadosamente decorado, el restaurante se distingue de inmediato. Las piezas de diseño personalizadas, el arte único y los toques personalizados ayudan a crear un entorno que los clientes asocian exclusivamente con su marca.
- Atraer los sentidos
Para que un restaurante destaque, piense más allá de su aspecto. Atraiga todos los sentidos. Piense en cómo el sonido, el aroma y la iluminación contribuyen al ambiente general. En uno de mis proyectos de restaurante/bar, diseñamos la iluminación para que cambiara a lo largo del día, creando un ambiente diferente para el almuerzo y para los cócteles de la noche. Una iluminación ambiental suave creaba intimidad por la noche, mientras que una iluminación más brillante durante el día fomentaba animadas interacciones sociales.
Del mismo modo, la elección de la música e incluso el olor de la comida procedente de una cocina abierta pueden mejorar la experiencia de los clientes. Cuando un espacio conecta a nivel sensorial, es más probable que los clientes lo recuerden y vuelvan.
- Crear un ambiente acogedor
Por último, el diseño no debe limitarse a la estética, sino que debe hacer que los clientes se sientan cómodos y bienvenidos. Por ejemplo, en un restaurante informal en el que trabajé en Madrid, utilizamos tonos tierra y asientos cómodos para crear un ambiente relajado pero moderno. La distribución permitía disponer tanto de comedores privados como de mesas comunes, para satisfacer las distintas preferencias de los clientes.
Un ambiente acogedor que satisfaga tanto a los comensales solitarios como a los grupos numerosos amplía el atractivo de su restaurante, garantizando que todo el mundo se sienta bienvenido y pueda disfrutar de su experiencia.
En un mercado saturado, son los detalles los que marcan la diferencia. Un restaurante que cuenta una historia, cautiva los sentidos y ofrece una experiencia memorable siempre destacará sobre los demás.