Para esta finca de 10 acres en Wellington, FL, EE.UU., actué como director del proyecto y arquitecto consultor, además de como representante del propietario. La residencia y los establos contaban con un diseño general y un conjunto de planos, pero carecían de una selección de materiales y acabados, lo que suponía un reto único. Inspirándome en las haciendas tradicionales mexicanas, transformé la estructura existente seleccionando cuidadosamente todos los acabados y materiales, desde el suelo, la pintura y las columnas hasta las puertas, ventanas y luminarias. Cada detalle, tanto en el interior como en el exterior, se seleccionó para conseguir un diseño auténtico y cohesionado.